El sueño es una necesidad básica del organismo, con funciones reparadoras y su función reparadora cada noche nos permite la supervivencia. Es una función necesaria, ya que se ha observado que cuando se suprime completamente el sueño, sobreviene la muerte. Si se disminuye el tiempo de sueño (privación) el cuerpo intenta recuperarlo en las noches sucesivas, si le es posible.
Si por cualquier causa tenemos una deprivación crónica de sueño, se producen síntomas diurnos, con somnolencia, cansancio y disminución del rendimiento intelectual. La alteración de los reflejos se asocia a un incremento de los accidentes, tanto de tráfico como laborales.
Para poder hacer un diagnóstico preciso, en algunas de estas enfermedades se necesita efectuar estudios durante el sueño, el llamado Estudio del Sueño o técnicamente Polisomnografía.
Además de esta prueba, existen otros medios diagnósticos más sencillos, las Poligrafías Respiratorias (PR), muy usadas en la evaluación de los roncadores y en el diagnóstico del Síndrome de Apnea del Sueño.
La prueba principal para diagnosticar las Alteraciones del Sueño es el llamado estudio de sueño, la POLISOMNOGRAFIA CONVENCIONAL (PSG)
Esta prueba consiste en la colocación de múltiples sensores, para el registro de la actividad cerebral (como se duerme), de la respiración por medio de sensores de flujo, bandas en tórax y abdomen y de los niveles de oxígeno en la sangre (presencia de apneas), del ritmo cardíaco, y de la actividad de diversos grupos musculares.
La mayoría de los dispositivos de monitoreo portátiles miden el nivel de oxígeno, la frecuencia cardíaca, el flujo de aire y el esfuerzo respiratorio. También registrará los ronquidos y su posición. A veces también se registran las ondas cerebrales